jueves, 28 de julio de 2011

Otro punto de vista; embebida de su orgullo.

Sólo pudo decirle NO. Y ante esta negativa, tenía miedo de ella misma arrepentirse de haber tomado tal determinación de manera tan rápida y sin meditarlo antes. Si bien ya había pasado varias veces por su cabeza la idea de que podría llegar a hacerse tal propocisión, jamás creyó fervientemente que eso ocurriría. Sin embargo, ahí estaba, habiéndole rechazado aquella alternativa. O tal vez no era una alternativa sino una oportunidad. Una oportunidad a la felicidad.
No. De ninguna manera. No lo era. No podía serlo. Las ideas que ella tenía en su cabeza formadas de su persona, no podían permitirle atribuirle semejante característica. ¿Oportunidad a la felicidad? ¡No! Definitivamente no podía adjudicárselo.
Pero... ¿qué pasaba si en verdad eso fuera? ¿Habría posibilidades de...? Sacudió la cabeza. Quería deshacerse enseguida de esa abrsurda y trivial idea.
Sin embargo por su cabeza no podía encontrar ninguna otra cosa. Aquello era lo único que le daba vueltas y vueltas. ¿Habría actuado de manera impulsiva e irreflexiva? No podía dejar de hacerse esa pregunta constantemente. Cuánto menos quería pensar, más lo hacía y ahora era presa de su miedo y cautiva de su propia duda. ¿Sería muy tarde para arrepentirse?

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