domingo, 24 de julio de 2011

Luchando con mí misma.

¿Qué hacer? ¿Para dónde correr? Si hacerle caso a la razón o al sentimiento. ¿Cómo se hace para decidir? Si esa decisión es algo egoísta... pero también es egoísta por la otra parte retener algo que no tiene sentido... Sin embargo ahí está... de alguna manera tiene sentido, de alguna manera hay un sentimiento... hay algo que está impidiendo la ruptura... no sé si llamarle sentir, pero definitivamente algo es. Sino, sería fácil decir NO, y dejar atrás todo, si de verdad no importara, si de verdad no sintiera. No es una decisión difícil. Sin embargo tampoco la toma. Entonces deduzco que aún existe algo que lo mantiene atado. ¿Qué es? Pues no sé cómo definirlo, pero al menos se que existe. Es una especie de consuelo. Sí. Tal vez así sea. Pero... ¿qué más da? Puede que sea cobardía... pero no quiero tomar esa decisión. Y sé que mi razón me dice que debo hacerla. Pero no quiero. No puedo. No soy tan fuerte como pienso. O tal vez sí lo sea. Pero no tengo ganas de serlo. No quiero hacerlo. Sigo luchando conmigo misma para tomar una decisión que no me animo a tomar y que no quiero tomar pero que mi cabeza me está obligando a hacer. Pero no sé por qué razón alguna vocecita en mi cabeza me dice que no puedo dejarlo solo y menos en este momento. Por más que no sienta lo mismo. La lealtad y la fidelidad es algo que se valora a fin de cuentas. Tiene que servir de algo. No sale de mí dejar solo a alguien cuando más lo necesita, aunque no lo pida. Si tengo que sufrir un poco... ¿qué más da? La vida tampoco es color de rosa, y al fin y al cabo el paso por acá es efímero. Si vale la pena o no, eso lo decidirá el tiempo. Mientras tanto, acá estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario