miércoles, 19 de octubre de 2011

Angel of music, guide and guardian ♫

Hasta que por fin se dio cuenta de cuánto amaba la música, de lo que podía llegar a penetrar en su alma, y provocarle el bienestar espiritual que hacía tanto anhelaba. Volvía a hacerla sentirse viva, despertaba en ella todos los sentidos, los cuales creí tener escondidos, apagados, olvidados, detenidos. Su cuerpo se relajaba ante el suave sonido de unas cuerdas, o las teclas de un delicado piano, la dulce brisa de una flauta, el melancólico vibrar de un violín. Cerraba los ojos y respiraba profundamente. Y con cada sonido un acalorado palpitar. Y esa sensación de estar completa, de tener todo lo que necesitaba, de ser libre y sentirse capaz de todo. De ver la vida de otra manera, de darse cuenta que no todo está perdido, de ponerle ganas a lo que sigue, de estar a la espera de lo inesperado, de hallarse a las expectativa de nuevas posibilidades. De utilizar absolutamente todos sus sentidos de una sola vez. De creer que lo imposible, tal vez no lo sea. De creer que lo imposible, se vuelva realidad. De creer despertar de un letargo, dándose cuenta de que sus sueños, puede volverse realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario