jueves, 18 de agosto de 2011

Made for each other

- ¿Segura que no nos conocemos de antes? - insistió.
Ella lo miró a los ojos y se quedó perdida ante esa dulce mirada que le sonreía enfrente suyo.
- Quizás de otra vida. - respondió devolviéndole la sonrisa.
¿Cómo evitar sonrojarse ante esa hermosa mirada? Debía admitirlo. La encadilaba.
A decir verdad, siempre creyó que no volvería a fijarse en un hombre luego de la separación de su primer, y hasta entonces único novio. Y hacía tiempo que no se fijaba en alguien.
Pero él se había convertido en su debilidad. Él la hacía sentir viva otra vez, la hacía sentirse bien consigo misma.
Disfrutaba de su tiempo juntos, e incluso podía decir que con él, se hallaba donde debía estar. No tardó mucho en darse cuenta de ello.
Volvió la vista hacia él, luego un rato de estar sumida en sus pensamientos. La observaba con cautela y con admiración. Se sentía adorada a su lado.
- ¿Qué sucede? - le preguntó.
Él sonrió aún más.
- Me encanta cuando te pones pensativas... Ponés cierta cara de... - hizo una pausa.- ... ¿cómo explicarlo?
- ¿Boluda?
Largó una risotada al tiempo que negaba con la cabeza.
- ¡Desde luego que no! - dijo aún sonriendo.- Sos preciosa.
No pudo más que ruborizarse y encogerse de hombros.
Pasó su brazo por sobre su hombro y la atrajo hacia sí, envolviéndola en un cálido y apasionado beso.
Definitivamente, él era el hombre para ella.

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